A la hora de secarnos al salir de la ducha podemos optar por dos opciones: usar una toalla o un albornoz. Casi todas tenemos un albornoz en casa, pero la mayoría no lo usamos salvo que estemos enfermas ya que el batín, aunque más calentito, puede eliminar el poco glamour que nos quede durante los resfriados y gripazos típicos por estas fechas, cuando las temperaturas son tan variables.
En general, por comodidad tendemos a usar una toalla para secarnos. Pero el albornoz es una prenda que mantiene mejor la temperatura corporal y dependiendo de su diseño puede ser bastante elegante a la hora de ir por casa en paños menores. Como el albornoz parece que es una prenda en desuso, algunos fabricantes pusieron de moda las bata mantas, una compra compulsiva que con el tiempo solemos lamentar.
Si lo piensas bien, cuando pensamos en un albornoz nos viene a la cabeza cierto status o lujo: una estancia en un hotel, un desayuno en condiciones, el spa… posiblemente en nuestro hogar no dispongamos de estas comodidades, pero ¿por que no darse el gustazo de movernos por casa con comodidad?. Un buen albornoz nos ofrecer un tacto mullidito lo suficientemente fino para que no resulte molesto. Después de una ducha, lo mejor es secarse bien con una toalla, pero si no tenemos en mente vestirnos de inmediato se hace preciso ir correctamente ataviada.
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