Primero tenemos los aspiradores nasales vamos a llamarlos «analógicos» es decir, que la succión la vamos a hacer nosotros aspirando por un tubo conectado a una cánula que colocamos al pequeño en la nariz. Evidentemente, tal y como algún lector habrá pensado ya, la cánula dispone de un filtro que evita que la mucosidad vaya directamente a nuestra boca. Desgraciadamente, los filtros se mueven y…si algún moco nos vamos a tragar. Encima dichos filtros se ensucian, lógico, así que hay que lavarlos. Pero he aquí el negocio: tras unos cuantos lavados suelen perder grosor y ajuste, por lo tanto ya no funcionan tan bien como tras el primer uso y toca comprar recambios. Y vamos a necesitar bastantes, como todo buen padre y madre ya sabrá. Y una cosa más: algunos mocos no están por la labor de salir fácilmente. Muchos están bien metidos en las vías nasales y se precisa de una potencia de aspiración que puede dejar a los padres sin aliento.
Después tenemos los eléctricos. Estos ofrecen la succión automática y no nos dejaremos los pulmones aspirando. Por lo tanto, la limpieza es mucho mejor, incluso puedes sacarlos todos de una teniendo en cuenta que al bebé no le moleste excesivamente.
A algunos padres les preocupa que, al succionar de forma automática, este tipo de aspiradores eléctricos puedan lesionar las venitas de la nariz del pequeño. Esto, no es habitual, pero no improbable en caso del que el pequeño tenga este tipo problemas. De hecho, algunos mocos salen con un poco de sangre propia de la inflamación que causan los resfriados, no por el uso de los aspiradores nasales. También es cierto que algunos médicos temen que, durante este proceso de succión los mocos se puedan desviar hacia la trompa de Eustaquio y de ahí pasen al oído con la posibilidad de causar otitis, así que aconsejan dejar que la naturaleza haga su camino y el niño/a luzca las habituales «candelas».
En este tema tenemos que decidir qué opción es la más adecuada para nuestro niño. Si no les sacamos los mocos (se recomienda usar suero fisiológico aplicándolo en la nariz antes de usar el aspirador para «reblandecer» los mocos y ayudar a su extracción) seguramente favorecemos que el constipado vaya a más con las molestias antes descritas para el pequeño. Yo uso aspiradores nasales con mis hijos y no he tenido ningún problema, ni de sangrado ni mucho menos de otitis. Pero cada niño es un mundo y lo que le va de lujo a uno no le puede funcionar a otro. Somos los padres quienes conocemos a nuestro hijo y tenemos que decidir por una opción u otra.
Si tienes claro que el niño no puede ir con los mocos todo el día y quieres extraérselos, necesitarás un aspirador nasal, y si no te los quieres comer un eléctrico te vendrá muy bien.
La potencia de succión es la ideal para sacar los mocos sin provocar molestias (66kpa máximo) pudiendo seleccionar entre tres niveles de succión. El aspirador viene con cuatro boquillas de silicona médica. Dichas boquillas se pueden lavar y desinfectar en agua hirviendo ya que resisten altas temperaturas sin deformarse.
También puedes ver aquí otros chollos de Amazon.
Si entre los nobles propósitos que te has planteado para este año figura el dejarte…
Tan sólo 17,99€, ese es el precio por el que ahora podrás conseguir la mochila…
Ahora podrás llevarte un pack con nada menos que 624 toallitas por apenas 12,38€. Y…
El aceite de oliva virgen extra Olivos de un Siglo es una joya gastronómica que…
La cerveza Keler es una cerveza de tipo Lager elaborada por cervezas Damm en España,…
El Garmin Vívoactive 5 es un smartwatch diseñado para quienes buscan llevar un estilo de…
Esta web usa cookies.