El orden influye en cualquier aspecto de nuestra vida y el trabajo es uno muy importante de ellos. Si tienes un trabajo de oficina necesitas un despacho y una mesa escritorio donde ubicar tu equipo informático así como todo el material que precises durante tu jornada laboral. También es de vital importancia que adquieras una silla acorde a la mesa, bien acolchada para ofrecer el mayor confort posible y con ruedas que te permitan desplazarte por la mesa y el resto de la habitación sin necesidad de levantarte. Para estas últimas, ya hemos publicado algunas ofertas, pero para las primeras no tantas. La cuestión es que la mesa juega un papel crucial a la hora de crear un espacio estructurado que nos permita trabajar a gusto y rendir mucho más en el trabajo.
Ya al principio comentábamos que el orden es importante, debemos tener la mesa lo más despejada posible de papeles y demás objetos que tiendan a sobrecargala, porque cuanto más diáfano sea el espacio sobre esta más a gusto nos encontraremos al contar con menos objetos que distraigan nuestra atención. Esto es lo que nos propone el «método Japonés» basado en las cadenas de montaje niponas: una espacio ordenado y limpio que debido al amplio espacio libre nos permite una clasificación clara de las herramientas de trabajo así como su control visual sin fatigar nuestra visión periférica por su acumulación.
Evidentemente, esto no tiene nada que ver con la mesa escritorio, se basa en una autodisciplina que no nos llevara mucho tiempo, pero se traducirá en una ambiente agradable de trabajo. Cuando no tenemos un montón de cosas delante o amontonadas haciendo cola tampoco sentimos esa necesidad de «esto tiene que estar para ya». Podemos ayudarnos con herramientas como los famosos «posits» para recordarnos determinadas tareas o guiarnos en el orden de trabajo, pero no es aconsejable que dichos documentos no permanezcan sobre la mesa a la espera de ser atendidos. Recuerda la máxima «menos es más».
Con todo, también debe prestarse atención al diseño del escritorio, para que este nos ofrezca esa sensación de amplitud y libertad de movimiento. Atrás quedaron las antiguas mesas de oficina tochas y más pesadas que un armario. Ahora lo que se lleva son los diseños minimalistas, funcionales, modernos y elegantes acordes con la decoración propia de los tiempos actuales. Dado que los escritorios modernos tienen por función adaptarse a nosotros y no al revés, muchos de ellos cuentan con un diseño en forma de «L», de esta manera podemos colocar según nuestros gustos, preferencias u orden de trabajo la impresora o el ordenador en el segmento más corto de esta letra permitiendo un amplio espacio para atender la documentación física. No obstante, el uso constante del ordenador hace que a día de hoy se este sitúe en la parte principal de escritorio o más larga de la L mientras reservamos el espacio más corto para periféricos con un buen tamaño como el citado anteriormente o el almacenamiento de la documentación más urgente.
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