Quizás has pensado en algún momento en comprar un wok, esa sartén un tanto particular que tiene un diámetro mucho mayor en la zona superior que en la superficie inferior donde se coloca en el fuego. Utilizada en muchos países orientales, tanto para saltear alimentos como para cocinar al vapor o incluso freír, la clave de este utensilio reside en la forma que tiene de repartir el calor, su diseño permite cocinar a diferentes temperaturas ya que la zona del fondo estará a temperaturas mucho más altas. Para cocinar en un wok correctamente lo indispensable es mover los alimentos con golpes de muñeca, es decir sin utilizar cucharas, espumaderas y similares, con giros de muñeca los alimentos pasarán por las paredes que se encuentran a una temperatura inferior consiguiendo así que la carne, el pescado o las verduras adquieran un toque único y especial que no se consigue con ninguna plancha o sartén convencional.
El Wok Dexam de Swift Spice está fabricado en acero de carbono y tiene un diámetro de 30 centímetros, es la mejor elección para aquellos que utilizan la cocina de gas, y aunque requiere de más cuidado y atención a la hora de mantenerlo y evitar su oxidación que por ejemplo los woks antiadherentes o los de acero inoxidable, como decimos el sabor que es capaz de ofrecer a la hora de preparar los alimentos no puede compararse con los modelos más recientes, prueba de ello es que la gran mayoría de Chefs lo defienden frente a los modelos de acero inoxidable o con recubrimiento.
Este tipo de cocina no es nueva, nuestras abuelas y sus abuelas ya utilizaban utensilios fabricados en hierro fundido para cocinar antes de que se inventara el acero inoxidable o el teflón, los alimentos no se pegaban y se cocinaban de forma uniforme gracias a la mejor distribución del calor. Pero al igual que ellas necesitaban curar las sartenes antes del primer uso, nosotros tendremos que curar el Wok antes de utilizarlo por primera vez, la razón es simple, al curarlo se cierran los poros y los huecos que hayan podido quedar en el metal creando así una superficie lisa y antiadherente que evitará que se peguen los alimentos.
El proceso de curado es sencillo pero te costará un rato realizarlo, enciende el fuego y pon el Wok sobre él debes ir moviéndolo y girando para que vaya cogiendo temperatura, verás que se va oscureciendo, cuando esté oscuro retíralo del fuego y con cuidado de no quemarte pues estará muy caliente pasa un paño o servilletas mojadas en aceite de girasol y extiéndelo por toda la superficie del Wok, una vez cubierta toda la superficie añade una buena cantidad de sal y colócalo en el fuego, a fuego fuerte salteamos la sal moviéndolo para que pase por toda la superficie del Wok hasta que la sal se ponga oscura, una vez tenga un color marrón la tiramos, dejamos enfriar y lavamos el Wok con agua, hay que recordar que para limpiarlo sólo hay que utilizar agua y secarlo bien, una vez seco se recomienda extenderle unas gotas de aceite para evitar que se oxide (como hacemos en las paellas vamos). No utilices nunca esponjas o estropajos, se perdería la protección del curado y tendrías que volver a realizarlo antes de utilizarlo de nuevo.
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