Aceite de Oliva Virgen Selección Guillén por 23,35€ antes 39,95€.

En un país donde el aceite de oliva es más que un ingrediente, es un símbolo de identidad, salud y pasión por la buena mesa, este aceite destaca por su intensidad y sabor inigualable, convirtiéndose en el complemento perfecto para realzar tus recetas y aportar un toque de excelencia a cada plato.Este aceite virgen se elabora a partir de una cuidadosa selección de aceitunas provenientes de reconocidas variedades como la picual, hojiblanca y arbequina. Cada una de estas variedades aporta características propias, generando un abanico de sabores y matices que se unen en un producto final de calidad superior. El proceso de extracción es completamente mecánico, lo que garantiza que no se alteren sus propiedades naturales ni se pierda ese carácter auténtico y robusto que tanto lo distingue. La técnica mecánica, respetuosa con la integridad del fruto, permite conservar los compuestos antioxidantes y las vitaminas inherentes a la aceituna, dotando al aceite de beneficios nutricionales esenciales para una dieta saludable.
El sello «100% CALIDAD Y SABOR» no es solo una promesa, sino una realidad palpable en cada producción del Aceite de Oliva Virgen Selección Guillén. Esta calidad superior se logra gracias a la meticulosa atención que se presta en cada fase del proceso, desde la cosecha de las aceitunas en su punto óptimo de maduración hasta la inmediata extracción del aceite, evitando así cualquier deterioro del sabor o pérdida de nutrientes. El resultado es un aceite de oliva virgen que destaca por su aroma intenso y su sabor característico, capaces de transformar incluso la receta más sencilla en una experiencia gourmet.
Una de las grandes virtudes de este aceite es su versatilidad en la cocina. Es idóneo para usar en crudo, lo que lo convierte en el aliado perfecto para platos fríos: imagina aliñar una ensalada fresca con solo unas gotas de Guillén, intensificando los sabores naturales de los ingredientes y creando un equilibrio singular de sabores. Pero su utilidad no se limita a preparaciones en crudo, ya que su estabilidad y calidad lo hacen apto para freír, proporcionando a los platos una textura crujiente y un sabor profundo que cautiva el paladar. Además, es el toque perfecto para realzar cremas de verduras y sopas frías, donde cada cucharada se convierte en un homenaje a la riqueza de la dieta mediterránea.