Para saber cual es la importancia de tener un filtro polarizador hay que tener uno. Su uso es la mejor forma de saber su utilidad. Si eres un aficionado a la fotografía o un profesional sin duda no menospreciarás su utilidad, ya que estos filtros colocados en el extremo del objetivo, nos permitirán reducir los reflejos que se producen sobre diversas superficies como por ejemplo las metálicas, la de los cristales o las del agua. También son muy útiles cuando realizamos fotografías al cielo ya que realzan el color azul, contrastando con el blanco o gris de las nubes.
Principalmente, existen dos tipos de filtros polarizadores: los redondos y los cuadrados. Como ya imaginareis, los más prácticos son los circulares ya que se acoplan a los objetivos mediante rosca sin que su forma nos estorbe. Un detalle a destacar, es que cuando estamos en modo autoenfoque el filtro seguirá el movimiento del objetivo. Otro dato imprescindible es elegir uno con el diámetro adecuado, ya que de lo contrario corremos el riesgo de quedarnos cortos o por el contrario, que resalte demasiado.
Este filtro redondo polarizado de Canon esta especialmente diseñado para su uso con el objetivo EF 300mmF/2,8L IS II USM y el EF 400mm f/ 2,8L IS II USM que aceptan filtros de abandono en la parte trasera.
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