La olla a presión San Ignacio Creta combina un aspecto clásico con un sistema de seguridad de última generación. Su tapa incorpora un cierre hermético fiable que evita aperturas accidentales, incluso cuando la presión alcanza niveles elevados. Además, incluye una válvula de seguridad que libera el exceso de vapor de forma controlada, garantizando que el proceso de cocción sea estable y sin sobresaltos. Este equilibrio entre tradición y protección ofrece la tranquilidad necesaria para preparar desde recetas sencillas hasta guisos más elaborados.
Fabricada en acero inoxidable 18/10 de primera categoría, la Creta resiste la corrosión y la abrasión del uso diario. El acabado pulido no solo aporta un brillo elegante, sino que facilita la limpieza al repeler manchas y residuos de alimentos. Gracias a su construcción robusta, mantiene sus propiedades estéticas y funcionales a lo largo del tiempo, soportando ciclos de cocción intensivos. Su cuerpo sólido invita a cocinar con constancia, sin preocuparse por deformaciones ni el deterioro propio de materiales de menor calidad.
En su base, la olla integra una capa de aluminio diseñada para distribuir el calor de manera uniforme por toda la superficie. Este sistema acelera el calentamiento, reduciendo el tiempo de cocción y el consumo energético. Al aprovechar mejor la fuente de calor, no solo se ahorra electricidad o gas, sino que también se preservan nutrientes y sabores, ya que los alimentos se cuecen de forma más rápida y equilibrada. El resultado son platos jugosos y sabrosos con un menor impacto en el bolsillo y el medio ambiente.
En el interior, un medidor de capacidad permite visualizar el nivel de líquido o ingredientes sin necesidad de abrir la tapa, garantizando un control preciso de la receta. Los bordes redondeados del interior facilitan el vertido de salsas y caldos, evitando goteos y derrames. Además, los indicadores de presión rápido y lento guían al usuario para ajustar los tiempos de cocción según el tipo de alimento, ofreciendo versatilidad entre verduras, carnes y legumbres. La San Ignacio Creta está preparada para funcionar en todo tipo de fuegos: inducción, vitrocerámica, gas, eléctrica y halógeno. Su base adaptativa reacciona a distintas fuentes de calor, proporcionando siempre un rendimiento óptimo. El mango, resistente al calor y de diseño ergonómico, garantiza un agarre cómodo, estable y seguro, incluso con guantes de cocina. Su forma evita que la olla ruede al dejarla sobre la superficie, reduciendo el riesgo de caídas y accidentes. Cada empuñadura ha sido testeada para soportar cambios de temperatura sin deformarse ni agrietarse.
Con Creta, cocinar es un proceso rápido, limpio y lleno de posibilidades creativas.
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