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Lo primero que nos llama la atención de esta cámara de vigilancia es su curioso diseño inspirado en un oso panda. Acostumbrados a los clásicos diseños propios de un comercio, se agradece esa estética más amable teniendo en cuenta que nos puede servir de gran ayuda para controlar a niños y bebés dadas sus prestaciones. Esta cámara de vigilancia se conecta a la red wifi 2.4G de nuestro hogar para permitirnos su libre instalación en cualquier espacio que precisemos mantener controlado mediante su aplicación en español para smartphones y tablets (IOS y Android), tanto podemos colocrala sobre una mesa como fija mediante los tacos y tornillos incluidos con su compra para situarla en paredes o el techo según nuestras necesidades, no obstante, hay que tener en cuenta que para su alimentación precisa conectarse a la red eléctrica al carecer de batería recargable.
El ángulo de visión de su objetivo es de 185 grados, suficiente para cubrir la visión de cualquier habitación en su totalidad con una resolución HD 1080P, también podremos mover y ampliar la imagen en tiempo real y gracias al micro y altavoz incorporado tendremos opción de audio. Para el registro de las imágenes capturadas podremos insertarle una tarjeta de memoria con una capacidad máxima 128G. Al contar con sensor de movimiento se activa al detectar cualquier acción anómala incluso de noche, ya que esta provista de visión nocturna. Estas incidencias se nos notificarán al dispositivo emparejado mediante mensajes o emails, incluso podremos establecer alarmas.
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