Para que nos vamos a engañar, hoy en día todos llevamos nuestras fotos en el móvil y usamos este como si de un álbum se tratase. Esto tiene sus desventajas: podemos perderlas accidentalmente bien si perdemos el móvil o un problema técnico del mismo. También saturamos el almacenamiento interno de nuestro smartphones, si bien hay soluciones para esto como guardarlas en tarjetas microSD o transferirlas a otros equipos o sistemas de almacenamiento.
Con todo, el formato físico está volviendo. Sobre todo hemos visto como en estos últimos años a la gente le gusta imprimir sus fotos con pequeñas impresoras pensadas precisamente para ello. Una de ellas es la Leine, tiene unas dimensiones ajustadas de 12,5 x 8,5 x 2,5 centímetros que favorecen su portabilidad, hace uso de la tecnología ZINK, que evita daños en los cabezales de impresión y prolonga la vida útil del aparato. Dado que la impresión es en caliente, las fotos las tienes listas en cuestión de segundos. Para gestionar las impresión de las fotos dispondremos de una aplicación para sistemas Android/IOS que también nos permite cambiar, editar, decorar tus fotos de forma intuitiva. Contaremos con hasta ocho filtros para cambiar el ambiente de las fotos y cuatro marcos: sin bordes, bordeado, Polaroid y sin recorte. La conexión entre dispositivos e impresoras se puede hacer desde wifi o bluetooth 5.0. Con la impresora se incluyen 50 hojas de Zink papel fotográfico de 2 x 3 pulgadas.
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